Cuando se acabaron las nuevas tierras para conquistar,la riqueza y los esclavos dejaron de llegar a Roma y comenzaron los problemas. Esto lo aprovecharon los pueblos del norte (los germánicos, los bárbaros como le llamaban los romanos)) que, más atrasados y hambrientos, lentamente, conquistaron todo lo que había sido el mayor imperio conocido.
Además el cristianismo, que se estaba haciendo muy popular, veía con malos ojos que las personas pudieran tener como esclavos a otras personas.
La primera solución que se les ocurrió a los romanos fue dividir el imperio en dos trozos, con dos emperadores: uno en Roma y el otro en Contantinopla (actual Estambul). Al de la derecha le fue bien, pero al de occidente, ¡Buff!, los bárbaros se metieron hasta la cocina.
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